7-II Invasión Chungoboide
El sapo Saponcio nos ha proporcionado alojamiento en una nave nodriza convertida en hospedería. Allí tenemos toda la tecnología necesaria para llevar a cabo muestras investigaciones. Ya sabemos usar la teletransportacion pero no nos gusta nada el proceso, que aun siendo instantáneo, nos deja una sensación en el cuerpo muy rara, como si perdiéramos el contacto físico con la materia. Así pues, hemos pedido a las autoridades anuras, que nos permitan seguir utilizando nuestra lanzadera para transportarnos por el planeta, provista de un motor que funciona por magnétismo.
La nave 5 con la que hicimos el viaje interestelar a través del atajo espacio temporal, y que se encontraba orbitando el planeta aguardando su ocaso, se ha desintegrado tal y como estaba programado. Softwasa nos ha enviado todos los datos del viaje antes de autodestruirse y nos hemos quedado de piedra. Estos datos indican que desde que salimos de la tierra en el siglo XXVIII han pasado cien años.
El Sapo Saponcio nos ha enviado a dos científicos anuros que nos están instruyendo en tecnología mezoica. Todo es tan increíble e interesante, que nos da pena no poder regresar a la tierra para compartir los conocimientos adquiridos sobre la asombrosa tecnología mezoica. Tal y como teorizaron algunos astrofísicos terrestres en el siglo XXI, la percepción del tiempo y del espacio depende del observador. Ocurre en la tierra y en todos los planetas habitados del universo. Cuanta más gravedad tenga un planeta, más se ralentiza el tiempo en comparación con otro en el que su gravedad sea menor. Dado que el universo está en continua transformación, por las fuerzas gravitatorias que difieren según la masa de los cuerpos celestes que lo habitan, la percepción del tiempo de las civilizaciones extraterrestres será diferente unas de otras y por tanto, los científicos de Mezoico no usan la constante velocidad de la luz para calcular espacio y tiempo, porque la luz tiene muchas variantes y velocidades diferentes, existiendo otras muchas magnitudes universales que muchos seres vivos no podemos percibir.
Un enorme holograma con la horrible figura de Chungoboss acaba de aparecer en los cielos del planeta, nos acercamos a ver qué dice el malvado:
Queridos habitantes de Mezoico: Venimos en son de paz para realizar intercambios comerciales. Hay decenas de gigantescas naves nodrizas orbitando Mezoico y preparadas para enviar al planeta a mis brigadas chungoboides en naves lanzaderas. No seáis hostiles con ellos y tenderles la mano para hacer negocios. Comprendo que nos temáis pues nuestro último encuentro fue belicoso, pero creedme si os digo, que en esta ocasión nos comportaremos como iguales para comerciar en paz. Si nos atacáis nos defenderemos y en consecuencia todo volverá a ser igual de chungo que antaño. Para finalizar, no penséis que voy a soltar una carcajada como los malvados de las películas, esto no es una peli, es real, y yo no soy malo pero puedo llegar a ser muy chungo si me tocáis las narices.
Nadie ha creido en Mezoico las palabras del lider chungoboide, así que los científicos de Mezoico han desplegado un potente escudo protector que rodea al planeta. La invasión es cuestión de tiempo. Los científicos chungoboides no tardarán en descifrar la clave del escudo y lo desactivarán. Chungoboss solo quiere confundir a la población para ganar tiempo y someter al planeta cómodamente. En la primera invasión se presentaron como integrantes de los poderes del universo. Confraternizaron con la población y se ganaron su confianza para terminar esclavizando a gran parte de ellos para que trabajaran como guerreros conquistando otros planetas.
El ejército chungoboide no es un ejército de robots que se comportan como seres, sino un ejęrcito de seres que se comportan como robots. Fue ideado por los científicos chungoboides para convertir a los exclavos en crueles guerreros mediante biotecnología anulando así su libre albedrío. Para ellos Chubgoboss es su creador, su jefe y su familia. Le deben obediencia leal e incondicional. Se les enseña una singular filosofía de vida que les convierte en seres comunes y perversos. El sentimiento de grupo y el compañerismo solo debe prevalecer en la lucha guerrera. Después Chubgoboss se encarga de hacerles creer, que su cometido está en la confrontación diaria con los demás y que deben luchar entre ellos para alcanzar metas y ser felices.
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